Gris apagado y discreto con una fina raya roja brillante. El lobo con piel de cordero, el número 77 de la suerte será la estrella en el circuito imaginario del cuarto de milla.
Hecho de madera pintado a mano para que los niños tengan horas de diversion deslizandolos y creando historias a travez de ellos.